Si, lo hicimos. Me doy cuenta de que solo nosotros podemos ponernos limites y no los demas como se suele esperar en esta sociedad. ¿Que importa la verguenza si se comparte brazo con brazo con un amigo? Una vez subes, el escenario, puedes sentir dos cosas: miedo, pensamientos de que lo estas haciendo mal (desde tiempos inmegrfujbm) o sentirte Dios. Todos te escuchan, estas en el blanco de sus miradas, estan esperando a que digas lo que tienes que decir. ¿Y que teniamos que decir unos pringados con unas mascaras de V de vendetta (imagina el panorama)? Pues "Regresa a mi", una cancion de Il Divo, dedicada a nuestro codoamigo Samuel, que por cierto le dejo la piva (codo).
Todo empezó. Y despues siguio hasta que nos hicimos con las mascaras y una vez guardado el churro, comenzo el ultimo y gran dia del salon del manga. Persecusiones del Team Rocket, fotos, admiradores, una rubia loca y un molino.
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